LO QUE EXTRAÑAMOS AL EMIGRAR
Cuando sales de tu país a vivir en otro; sueles extrañar personas, lugares, sabores, olores y sonidos.
En mi caso, al vivir en Argentina tuve que reinventar platos típicos adaptándolos a los ingredientes de este país.
Hay un plato de comida rápida (si se quiere) que llamamos Pepito: que no es más que un sándwich con pan bagette relleno con carne y/o pollo y adornado con vegetales y salsas diversas muy delicioso; que extraño mucho, lo que me llevo a hacerlos y a investigar si en la comunidad de venezolanos en Argentina los hacen para vender.
Fué agradable descubrir cuantos emprendedores venezolanos tienen lugares de comidas ofreciendo comidas típicas de mi país.
Así, comencé a visitar varios lugares buscando el Pepito venezolano más rico en Buenos Aires, dejando evidencia de ello en varios vídeos de YouTube, te dejo los links para que veas y te provoques con tan deliciosas propuestas.
Naiguatá
Este pequeño restaurante ofrece un singular Pepito tamaño XXL ful carne mechada y otros condimentos y papitas fritas estilo pays (un poco excesivo para mi gusto). Igual y muy recomendados sus tequeños y chuletas ahumadas, deliciosas.
Conchalevale
Otro emprendimiento de unos venezolanos muy activos en redes sociales, Instagram para ser precisos. Ofrecen el Pepito con una presentación muy parecido a la de los Burritos (comida mexicana) y los ingredientes usados son los propios de nuestro plato típico: carne/pollo a la parrilla, vegetales, salsas...todo Delicioso, muy recomendados.
Chacaíto Caribean Food Station
Un pedacito de Caracas en Buenos Aires, con opciones de comidas venezolanas una mejor que otra; pero me enfocaré en su versión del Pepito nada para criticar y mucho para recomendar, buenos ingredientes y delicioso sabor.
Pepitón
La casa del Pepito en Buenos Aires. Me encantó! La forma de presentar el pan (tipo canoa) hace que la miga se compacte y que la carne/pollo sea la protagonista de éste plato. Ingredientes de primera calidad y combinaciones de salsas para elegir.
La experiencia fué grata, amena y deliciosa. Me encantó compartirla con mi familia y ahora con ustedes.
Seguro extrañais el Amanecer Gaitero y los Juegos de las Águilas.
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