CUENTO CORTO INFANTIL: Ruddy

CUENTO CORTO INFANTIL

Había una vez un pequeño ratoncito llamado Ruddy, que vivía en un bosque encantado. Ruddy era un ratoncito muy alegre y curioso, pero a veces se sentía triste y confundido. No sabía cómo manejar las emociones que estaba experimentando, y eso lo hacía sentir aún más triste.

Un día, mientras Ruddy jugaba cerca de su madriguera, se encontró con un sabio búho llamado Oliver. Oliver era conocido por su sabiduría y su amabilidad con todos los animales del bosque. Ruddy se le acercó tímidamente y le preguntó:

- Sr. Búho, ¿puede ayudarme? A veces me siento triste y no sé cómo hablar sobre mis sentimientos.

Oliver sonrió con ternura y respondió:

- ¡Por supuesto, querido Ruddy! Hablar sobre nuestros sentimientos es muy importante. Pero recuerda, primero debes confiar en alguien especial.

Ruddy se preguntó quién podría ser esa persona especial. Y entonces, en su corazón, sintió un lazo muy fuerte que lo unía a sus padres. Se dio cuenta de que eran sus padres quienes siempre estaban allí para él, y decidió contarles cómo se sentía.

Cuando Ruddy llegó a la madriguera, se acurrucó junto a sus padres y les contó sobre sus tristezas y dudas. Sus padres lo escucharon atentamente y le dijeron que estaban orgullosos de él por compartir sus sentimientos. Le recordaron lo valiente y especial que era, y le enseñaron que todos los ratoncitos tienen emociones y está bien hablar de ellas.

Desde ese día, Ruddy aprendió a valorar su autoestima. Sabía que podía confiar en sus padres para contarles cualquier cosa que le pasara en la vida. Y aunque todavía tenía días tristes, siempre encontraba consuelo y apoyo en su familia.

El bosque encantado siempre recordará la historia del valiente ratoncito Ruddy, que aprendió la importancia de tener confianza en sus padres, de expresar sus emociones y de tener una sana autoestima. Y así, todos los animalitos del bosque aprendieron que compartir sus sentimientos es un verdadero acto de valentía y amor propio.