NUESTRA VISITA A LA BASÍLICA DE LUJÁN


NUESTRA VISITA A LA BASÍLICA DE LUJÁN

Que tal mis queridos Alejeros, en mi sección Emigrar a Argentina, les vengo con un Post sobre mi visita a la Basílica de Nuestra Señora de Lujan.

Este relato comienza con un viaje que por recomendación de muchos conocidos, que ya pasaron por esta majestuosa estructura.

Me decidí con mi esposa salir a experimentar hacer un video en exteriores para mi canal, aparte de conocer el famoso y tan nombrado Templo.

Vamos a comenzar por la historia.

La devoción a la Virgen de Luján o Nuestra Señora de Luján es una de las más populares y concurridas del país. También tiene fieles seguidores en países vecinos, ya que en 1930, el Papa Pío XI la declaró patrona de la República Argentina, Uruguay y Paraguay.

Aunque su imagen es muy conocida tanto para los creyentes como para los no creyentes, no todos conocen el origen de esta particular advocación católica de la Virgen María, madre de Jesucristo.
 
La historia se remonta al siglo XVII, cuando un hacendado portugués llamado Antonio Farías de Sá, residente en la ciudad de Córdoba del Tucumán (actual Córdoba, entonces parte del Virreinato del Río de la Plata) encargó a un amigo de Brasil una imagen de la Virgen María.

Su intención era exponerla en una capilla que formaba parte de una estancia suya en Sumampa, en la actual provincia Santiago del Estero.

La imagen solicitada llegó al puerto de Buenos Aires en marzo de 1630 y desde allí inició su camino al destino final en una carreta tirada por bueyes. Sin embargo, según se registra en el libro De la frontera a la Villa de Luján.

Los comienzos de la gran Basílica (1890-1899), la carreta quedó varada al llegar al paraje denominado «Árbol solo», a orillas del río Luján, en la actual provincia de Buenos Aires. 

Creyendo que se trataba de un problema del peso de la carga, quienes manejaban la carreta quitaron varios bultos, pero los bueyes no se movían.

Hasta que bajaron la caja que contenía la imagen de la Virgen. Para su asombro, los animales sólo se movían para seguir viaje si la virgen quedaba en ese lugar. Esto fue interpretado como una señal de que debía quedarse allí, y allí la dejaron.

Con el tiempo, aquella pequeña escultura de sólo 38 centímetros dio origen a la creación del espacio que hasta hoy visitan miles de fieles.

El primer santuario se inauguró en 1763, y el 8 de mayo de 1887, el Papa León XXIII decidió coronarla como «Nuestra Señora de Luján», dando origen a su festividad anual.

Pero existen otras Versiones

Ante la historia contada con anterioridad, no todos coinciden con esta versión sobre el origen de la devoción. 

El historiador Federico Suárez mantiene la versión que el lugar donde se quedó la carreta no era un punto perteneciente a Luján sino a Pilar, para ser más exacto en el actual barrio de Villa Rosa.

Hoy se levanta allí la Capilla del Milagro Nuestra Señora de Luján, y quienes están a su cargo, creen que una mujer llamada Ana María Matos compró la imagen para llevarla a su actual locación.

Más allá del debate, los fieles creyentes de la Virgen cuyas vestiduras tienen los mismos colores de la bandera argentina, seguirán creyendo en su poder milagroso, rezándole y peregrinando hacia ella como lo hicieron los primeros fieles hace más de tres siglos.

En mi caminata por los alrededores del templo alguien me comentaba la Oración de la Virgen Nuestra Señora de Luján que dice así:

«Madrecita de Luján, que acompañas mi caminar; a ti acudo con confianza filial, en Dios pongo mi alegría y mi pesar. Tú que conoces mis alegrías, ayúdame a dar gracias siempre; tú que estás conmigo en mis penas, no te apartes de mí. Tú que eres Madre de todos, enséñame a ser más hermano y prójimo del necesitado. A ti encomiendo mi vida, mi patria y mi familia. Amén».

El paseo desde la llegada al Terminal de Luan por sus alrededores es muy placentero, te encuentras con una cantidad de artesanos increíbles, detalles alusivos a la virgen hermosísimos, lugares para tomar un café y sentarte a contemplar la descomunal estructura de la Basílica encontrarás por doquier.

Lo que no me gusto

Luego de la caminata y visita al Templo, decidimos buscar algún lugar para comer algo mas pesado que lo que ofrecen café y una que otra pastelería, por la cantidad de fieles que visitan este lugar, es casi imposible a la hora pico encontrar un restaurant para disfrutar de un almuerzo, visitamos casi ocho locales, y conseguimos que o no tenían mesa disponibles o ya no tenían mercadería para ofrecer, solo choripán y cosas menores.

Aunque también existe la posibilidad de reservar su mesa con antelación al llegar en el lugar de su preferencia.

Por lo cual mi recomendación seria, que lleven sus canastitas con picnic, irse con una buena comida en el estómago o simplemente proveer con antelación su hora de comer.

Apartando todo esto, este lugar de total y absoluto retiro espiritual (para quien así lo considere) debe ser apuntado en su bitácora de salidas o visita fuera de la capital porteña o de cualquier zona en la que te encuentres.

Como aporte final te comento, que a pocos metros del templo esta la terminal de Ómnibus de Lujan para tu llegada y partida, desde y hacia cualquier destino donde desees.


Hasta aquí mi post sobre la historia de mi visita a este hermoso lugar, hasta un nuevo post…



Alejo Ali

Feliz de ayudar a las personas con mis experiencias, escribo para expresar lo que muchos como yo sienten, enamorado de la vida y sus regalos diarios.

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